Si nunca rompes un racimo de uvas en el lagar,
nunca tendrás un vaso de vino sobre tu mesa.
nunca tendrás un vaso de vino sobre tu mesa.
Si nunca te arriesgas a perder,
nunca te das la oportunidad de ganar.
nunca te das la oportunidad de ganar.
Si nunca afrontas la pena de partir,
nunca conocerás la alegría del regreso.
nunca conocerás la alegría del regreso.
Si nunca sufres muriéndote en la siembra,
nunca te gozarás renacido en la cosecha.
nunca te gozarás renacido en la cosecha.
Si nunca te dueles bajo el peso de tu culpa,
nunca saborearás el alivio del perdón.
nunca saborearás el alivio del perdón.
Si nunca mueles los granos de tu trigo,
nunca conocerás el sabor del pan.
nunca conocerás el sabor del pan.
Si nunca afrontas el miedo de dejar de ser como eres,
nunca descubrirás la alegría de ser como puedes ser.
nunca descubrirás la alegría de ser como puedes ser.
Si nunca estás dispuesto a dejar todo lo que tienes,
nunca sentirás que lo tienes libremente.
nunca sentirás que lo tienes libremente.
Si nunca estás dispuesto a morir por una causa,
nunca sabrás para qué vives.
nunca sabrás para qué vives.
Si nunca encaras tu pena y dejas de reír para llorar,
nunca conocerás la dicha del que deja de llorar para reír.
nunca conocerás la dicha del que deja de llorar para reír.
Si nunca te arriesgas a cruzar el río,
nunca sabrás lo que te aguarda en la otra orilla
nunca sabrás lo que te aguarda en la otra orilla